Los otros.

domingo, 13 de marzo de 2016

TENGO QUE TENGO QUE TENGO QUE...

Tengo que, tengo que, tengo que, ¿qué tengo? Ansiedad, si, lo se, ¿qué pasa?, nada, no pasa nada, por eso no puedo parar porque cuando no pasa nada me muero, no me encuentro, me pierdo, me pongo a temblar, soy incapaz de estarme quieto,de parar un rato, de sentarme en el sofá ,a no ser que me deje caer sobre él ya  machacado ,físicamente agotado, vencido por el cansancio (al que me enfrento cada día con saña deseando perder) y encienda la tele para evitar, por si acaso, pensar.


A veces se me olvida incluso respirar, y es que son un contratiempo las necesidades biológicas, comer,ducharse, ir al water, respirar...qué pérdida de tiempo!, con la de cosas que tengo que hacer, tengo que, tengo que, tengo que, tengo que...no puedo estar tranquilo, la serenidad es una bruja, la calma un engaño, tengo que cumplir mis objetivos y esos objetivos están lejos de aquí, siempre están lejos, lejos de donde estoy, por eso no puedo parar quieto , no me llames la atención, no pretendas que te escuche, no quiero escucharte, ni a ti ni a nadie, todos tenemos nuestros problemas, no me cuentes los tuyos no me interesan, si, somos amigos, pero ya no es como entonces cuando nos conocimos y lo pasábamos tan bien perdiendo el día, ahora ya eso es imposible, impensable, por favor, déjame pasar, no quiero hablar del pasado ni de cómo fuimos, tengo mucha prisa ¿es que no lo ves?.
Oh amor, llegaré tarde a casa, hace tanto tiempo que no te veo, ¿cómo te llamabas?, ¿seguimos viviendo en el mismo sitio?, te quiero, un beso!, me voy, tengo que irme, tengo que trabajar, tengo que hacer deporte después, tengo que ir al fisio, tengo que comprarme ropa, tengo que ir a la peluquería, tengo que ducharme, no tengo tiempo para vivir ¿lo comprendes,verdad?, a mí la vida me da igual, la vida es para los que no tienen nada que hacer, para los vagos, para los distraídos, para los que no se concentran. Yo me concentro mucho, me concentro en todo lo que hago y procuro hacer de todo, siempre en orden, eso sí, una cosa detrás de otra, nunca dos cosas a la vez, bueno...casi nunca, a veces mientras como practico spinning, de ésta manera quemo las calorías según van entrando en mi cuerpo. Mi familia, mis padres, un beso a todos!, un abrazo!,tengo ganas de verlos  pero no tiempo, os mando un abrazo fuerte!, si, eso bastará por ahora, un fuerte abrazo, que se note que tengo ganas, que los echo de menos, ¿con eso lo notarán?, espero que sí, tengo prisa, he de seguir. Oh, una cola, no puedo soportarlo, ahora habrá que esperar, maldita sea!, una cola, no contaba con ésto, me niego a esperar, si paro y espero seguro que me pongo a pensar y tengo que evitarlo a toda costa, ¿pensar?, no por favor, sólo de pensar en pensar me entran ganas de llorar, tengo que huir , salir corriendo, correr, si, correr, me vendrá bien, tengo que machacar mi cuerpo, adormecer mi cerebro, evitar que se plantee cosas, tumbarlo, darle una buena paliza. Corro, recorro la ciudad, cruzo el puente, atravieso un barrio, atravieso otro, paro a beber en una fuente pública, se cae una anciana al suelo cerca de mí, me veo en la obligación de tener que ayudarle a ponerse en pie, me dice gracias hijo, quiero irme ya, no me gusta que me miren a los ojos, pero la anciana está mareada, me pide que la acerque a su casa por favor, yo la sentaría en el banco de paseo que hay al lado de la fuente  y me iría corriendo, que se busque la vida, yo tengo que, tengo que, tengo que...pero no puedo, me pongo nervioso, voy a llevarla a su casa, no hay mas remedio, las necesidades biológicas y ésto de ayudar a los demás es una pérdida completa de tiempo!!, y encima tengo que ir al ritmo de la anciana, que va lenta, muy lenta, me exaspero, ella me mira y me dice gracias de nuevo, me pone de mal humor, me hace sentir mal, como culpable, ¿culpable de qué?, yo sólo quiero hacer lo que tengo que hacer,son  ya las siete de la tarde y aún no he hecho nada importante, no he cumplido ningún objetivo de los que me tenía marcado, soy una mierda, una mierda, una puta mierda, y en eso pienso con ahínco, con rabia canina, con ansiedad, pero la anciana tropieza con una baldosa levantada y tengo que sujetarla para que no caiga de nuevo al suelo. Ella llora, lo que me faltaba!, llora, no se qué hacer, ¿qué le digo?, ¿por qué tengo que decirle algo?, ¿y en mí?,¿nadie piensa en mí?, la anciana tiene los ojos verdes y la cara blanca, me resulta familiar, se asoma un sentimiento al que denomino "cariño" en mi persona, qué pérdida de tiempo son los sentimientos!!, ¿por qué tengo yo ahora que sentir nada?,  no me lo puedo permitir, tengo un título, soy licenciado, después hice un master, no soy un cualquiera!, si fuese un cualquier podría permitirme sentir cariño, pero espero que me comprenda la anciana, aunque los ancianos son muy egoístas, en cualquier caso me da igual, ¿vive usted cerca?, le pregunto, a la vuelta de la esquina me dice, ya estamos llegando le digo, muchas gracias me dice de nuevo, te invitaré a un café, ¿un café?, no,no,no, eso no, no digo nada pero sería totalmente imposible, he de seguir haciendo cosas, ¿por qué me pasa ésto a mí?, con lo cortos que son los días en ésta época del año, ¿sentarme en casa de la anciana a tomar un café?, qué locura!, a los viejos se les va la cabeza!.

 Llegamos a su portal, me dice aquí es, saca lentamente unas llaves del bolso, yo la sigo sujetando, parece muy débil, está muy delgada, no comerá y yo no tengo la culpa, ¿no tendrá hijos?, que le ayuden ellos, ahora subiré con ella a casa para que llame a sus hijos y que vengan a cuidarla, ahora que me fijo  tiene una pierna sangrando, se lo haría en la caída. Es la cadera, me dice, creo que se me ha roto la cadera. Bufff, eso suena a grave, qué mierda de día, tengo que hacer deporte, tengo  que planificar los objetivos de mañana, tengo que visitar una web de cepillos de dientes, tengo que llamar por teléfono para informarme de unas ofertas, tengo que...pero subo en ascensor con la anciana a la que pregunto el nombre por decir algo mientras subimos a un ritmo pasmoso que casi acaba con mi paciencia, estoy a punto de gritar y de pegar puñetazos en la pared. Matilde dice que se llama, me pregunta el mío, le digo uno falso,¿qué mas da?, ¿a ella qué le importa mi nombre?, es mío!. Me da la llave de la puerta de su casa, ella no tiene fuerzas para abrirla, la abro yo, al hacerlo sale del interior un olor a soledad que echa para atrás, una ola de olor a soledad rancia, me entran ganas de vomitar. La anciana debe vivir sola, debe llevar una vida solitaria, ¿querrá que me quede también a cenar?. La siento en un sillón del salón, subo la persiana porque no se ve nada, enciendo la luz porque subiendo la persiana tampoco se ve nada, ya es casi de noche. Tiene que llamar a uno  de sus hijos, le digo, no tengo hijos me dice. Me cago en todo,reviento por dentro, por fuera creo que no se me nota, pregunto por el lavabo, me lavo la cara y las manos, estoy sudando. Vuelvo al salón, me siento a su lado, ¿llamaría usted a una ambulancia,por favor?, si, claro, le digo, si claro, esa es la solución, pienso para mí,¿Cómo no me lo había dicho antes?,yo no tengo porqué pensar en sus problemas, bastante tengo con los míos!, llamo a una ambulancia, vienen enseguida y se la llevan al hospital que es donde tiene que estar, allí la cuidarán para eso les pagan, ¿me paga alguien a mí éste tiempo empleado en ayudarla?, No, nadie me paga por hacerlo. La anciana llora, ésta vez sin escándalo, esta vez sin decir nada, esta vez definitivamente, llora, le sale la tristeza profunda por un hilillo de voz rota. Yo estoy al lado, en la silla de al lado, no me muevo, me quedo tieso, no se que hacer, creo que me estoy conmoviendo, no ,no puede ser, ¿conmoverme ahora?, no puedo permitir que pase una cosa así. Ella me coge la mano, me aprieta, me dice qué sola estoy y se le derrumba la cabeza que cae sobre el cuello, se da por vencida, se da por muerta. No puedo evitarlo, creo que me rompo, siento cómo se abre una grieta en mi pecho, soy una presa, el embalse está hasta arriba de agua impetuosa, corre el agua desbocada rompiendo el hormigón, la grieta estalla, se viene abajo la presa, eyaculo lágrimas, mi cuerpo sufre convulsiones, lloro, nunca he llorado, no se llorar, pero lloro, esto es llorar, ay, se me escapa un ay, y otro, otro, muchos ays, abrazo a la anciana, ella me abraza. Cierro los ojos, lloro de alegría con mucha tristeza, siento el calor de Matilde, hacía muchos años que no sentía éste calor, tan humano.Me reblandezco, un globo demasiado hinchado de aire caliente hirviendo ha estallado en mi interior. Ha hecho BUUM!. 


 ¿Y ahora qué?, ahora nada... pero ya no me da tanto miedo.