Los otros.

viernes, 28 de febrero de 2014

EL ASESINO DE LOS DOMINGOS. CAOS EN ALBARRACÍN.

Una semana mas tarde,el monumental pueblo de Albarracín, al suroeste de la provincia de Teruel, amanecía vistiéndose de fiesta.


Damián Pérez, concejal de cultura del Ayuntamiento, se sentía orgullosísimo de organizar el primer Festival de músicas del mundo. Habían venido artistas de los cinco continentes , algunos famosos y otros desconocidos, pero todos espectacularmente étnicos. Aquel Domingo se inauguraría el festival con un discurso suyo. Un discurso donde ensalzaría la belleza de su pueblo, de su historia, de su patrimonio y del amor que todos sus habitantes (1.095 empadronados) siempre habían tenido por la cultura en general y por la música en especial. (ésto último era relativamente verdadero o mas bien, rotundamente falso. Sin embargo, se trataba de una mentira que quedaría muy bien, a nadie le amarga el dulce de creerse mas culto de lo que en realidad es).

Salió el sol, iluminando un cielo despejado.

 Damian Pérez  miraba por la ventana de su habitación tras vestirse de gala para dar el pistoletazo de salida al festival. Acto que tendría lugar al final de aquella mañana ,que acababa de comenzar , sobre el escenario central que habían levantado en la plaza mayor.

 Sería un día magnífico, daría un gran discurso,el pueblo estaría encantado con la idea de tener allí,cerca de ellos, a tanta "gente rara" y, lo que era mas importante, empezaban a llegar medios de comunicación de todo el país.

 Su nombre resaltaría en los telediarios regionales,eso le satisfacía enormemente. Ya soñaba, en pié tras la ventana, con llegar a ser algún día presidente de la comunidad de Aragón, puerta que se le abriría si conseguía su objetivo como concejal de cultura: que la Unesco declarase a Albarracín patrimonio de la Humanidad. Logro que podría estar al alcance de su mano gracias a iniciativas como la del festival de músicas del mundo. 

(Aunque, todo hay que decirlo, la iniciativa no fue suya exactamente, le robó la idea al único promotor de conciertos del pueblo, un chaval incomprendido por su melomanía y marginado por su afición a esnifar cocaína, paracetamol y hasta cal de la pared).


Eran las diez de la mañana y entre tanto personaje extraño pululando por las calles de Albarracín, la presencia de un moto carro verde con una persona con cara de oveja y look de espantapájaros al volante no llamó demasiado la atención. Mas de uno pensó: "éste debe ser uno de esos artesanos".

Pepe Toni, que llevaba seis días pastando en los montes de alrededor, aparcó su vehículo y entró en el único bar de desayunos abierto. Estaba lleno de gente, músicos africanos,rockeros Tibetanos, chinos mandarines con sus contrabajos, rusos en bermudas y en bigotes templando la voz con botellas de vozka, un trío  jazzistico de Andorra vestidos de relojes Casio digital, un coro de niños con enfermedades raras, los miembros de una orquesta sinfónica Somalí, Manolo el del bombo, el hijo bastardo de Bob Marley y su grupo "Me llega la rasta al culo band", el afilador del pueblo disfrazado de sioux (por si daba el pego y podía desayunar gratis), un grupo de perros caniches eslavos que sabían tocar la flauta travesera, un gitano alvino especialista en el cante de las minas y su guitarrista, el sanguijuela,  la Montserrat Caballé del Perú (con su mismo peso pero con medio metro de altura), Horacio pincha discos, un grupo de Samba compuesto por monjas brasileñas vestidas de los pies a la cabeza con sus hábitos, para decepción de los varones de Albarracín,que esperaban otra cosa de éste conjunto.

También había, como os podéis imaginar, un montón de curiosos, nativos y turistas atraídos por la singularidad de la estampa.

Pepe Toni se acercó a la barra y, quitándose de encima a los caniches traveseros, que debieron de olerle a mierda de vaca (pues ese era el olor que solía despedir el muchacho) pidió una gran jarra de agua y se la bebió de un trago.Después pidió otra, y otra y otra, así hasta que un rockero Tibetano quiso trabar amistad con él ofreciéndole un abrazo místico en señal de bienvenida. Momento que aprovechó Pepe Toni, el muchacho sin sensibilidad, para mearse encima y empapar los pies desnudos del rockero experto en mantras y guitarras eléctricas. De ésta forma tan fina se lo quitó de encima.

Salió de nuevo a la calle, abrió las puertas de atrás del carro mato y por primera vez echó un vistazo al interior de las cajas que les había robado al comando etarra. Se trataba de explosivos, material altamente peligroso. Pepe Toni sonrió enseñando sus dientes de burro. (en realidad, todos sus dientes parecían  muelas).

Sin pensárselo dos veces, empezó a colocar explosivos en diferentes partes del pueblo.


 El bullicio iba en aumento en Albarracín, ya salía la gente a la calle, ya se hacían pruebas de sonido en los distintos escenarios, se abrían los puestos de artesanía, los reporteros grababan aquí y allá, hacían entrevistas a los paisanos, la comitiva municipal se paseaba por el centro como gallos de corral ( entre ellos, el que mas se pavoneaba era Damian Pérez, que le sudaba la mano derecha, metida en el bolsillo de la chaqueta sujetando el folio donde tenía escrito su discurso).

Se acercaba el gran momento.


No muy lejos de allí, en los aledaños del zulo de Iñaki, Aitor y Zaratustra, se hallaban el agente Champiñón y su ayudante Foxterrier, siguiendo la pista que había ido dejando el carro mato de Pepe Toni.

Se encontraron con Iñaki, que partía leña con su cabeza, y, tras identificarse, le preguntaron si había visto un moto carro verde por allí. Iñaki simuló tartamudez y sordera para ganar tiempo y poder pensar así qué debía hacer. Tan bien lo hizo que Champiñón,al cabo de media hora infructuosa, perdió la paciencia y se despidió de Iñaki con la frase "no le interrumpo mas, buen hombre". 

 Aun así tuvieron suerte, Foxterrier, que debía tal apelativo a su habilidad para el rastreo, encontró marcas de ruedas que se correspondían con las del carro mato verde que andaban buscando. Champiñón  tuvo la intención de volver a interrogar de nuevo a Iñaki, pero miró su reloj y le dijo a su ayudante " ya interrogaremos en otra ocasión a éste pájaro, sigamos ahora las huellas del moto carro, nos llevarán hasta el asesino ". 


El asesino de los Domingos, Pepe Toni, no sabía manejar explosivos, pero dentro de las cajas venían las instrucciones explicando muy claramente qué había que hacer para preparar dicho material y provocar la explosión pertinente. (ésto era así porque la cúpula del grupo terrorista no confiaba plenamente en la destreza - ni en la inteligencia- de Iñaki,Aitor y Zaratustra, que adoraban la Ikurriña pero no tenían dos dedos de frente).


Llegó la hora del discurso inaugural del Festival de las músicas del mundo a cargo de Damian Pérez, el concejal de cultura que ya subía al escenario con su traje gris perla y  gesto ceremonioso. Todos los medios de comunicación estaban pendientes del momento, los habitantes del pueblo concentrados en la plaza, los músicos en el backstage , esperando su momento para saludar al público, una vez fuesen presentados uno a uno por el concejal. 

La plaza estaba abarrotada,todo el mundo radiante, excitado,alegre.  Todos menos uno, el Alcalde, que veía cómo el mindungui de Damian se le subía a las barbas. 



El discurso empezó de la siguiente manera "Queridos vecinos, estimados forasteros, admirados artistas,respetados periodistas y excelentísimo Alcalde. Es un placer para mí..."

En aquel momento justamente explotó el primer artefacto a unos 500 metros de la plaza, derrumbando un buen tramo de la muralla medieval que rodea y viste al pueblo con hechuras de fortaleza.

Fue motivo de alarma, se oyeron gritos y la inquietud se apoderó del auditorio. En cambio, Damian Pérez, tan absorto y bien querido de sí mismo se hallaba leyendo su discurso que ni se dio cuenta del suceso y prosiguió con su discurso, que decía: "Es un placer para mí, vuestro humilde concejal de cultura, inaugurar éste primer festival de músicas del mundo aquí, en nuestro amado pueblo, un pueblo siempre hospitalario, abierto, noble y rico en todos los aspectos y merecedor de..."

Otra gran explosión interrumpió las pomposas palabras de Damián. Ésta vez se vino abajo la iglesia, del siglo XVI, uno de los grandes monumentos de la población.  El cura exclamó " Virgen Santísima!!!" y todos los allí congregados empezaron a correr de un lado a otro como hacen las hormigas cuando agitas el hormiguero.  Damian Pérez seguía a lo suyo "...merecedor de todos los patrimonios, el de la humanidad y el del universo. De gran valor son nuestros monumentos, mimoso en extremo el cuidado que les brindamos e ilustrísima  la Historia del conjunto en su conjunto,valga la rotonda, digo...la ...redundancia" (nervio tampoco le faltaba al ambicioso concejal).

Puuumba!. Una tercera explosión, mas fuerte aún que las anteriores, destrozó un barrio entero. La sangre empezó a cobrar protagonismo y los periodistas se convirtieron en reporteros de guerra. 

Damian, ajeno al mundo exterior, no despegaba los ojos del papel donde tenía escrito el discurso, que continuaba diciendo "No en vano, somos lo que somos y vivimos donde vivimos porque fuimos lo que fuimos y a saber por qué vinimos. El caso es, vecinos y forasteros, que..."  (a Damian, casi no es necesario decirlo, nunca se le dio bien escribir discursos).


La cuarta y última bomba estaba colocada bajo el escenario de la plaza, al explotar hizo saltar por los aires al concejal de Cultura, que aún volando, y sin brazos, decía "...que aquí estamos y os prometo, como Damián Pérez que me llamo, que seguiremos estando y ...voy al grano:Unesco, patrimonio de la Humnanidad yaaaaa, arg,arggg".

La plaza se vino abajo, el pueblo entero estaba en llamas.

Pepe Toni, sentado al lado de una gallina blanca sobre el tejado de la única casa en pié, saboreaba impasible las trágicas consecuencias de sus actos. La gallina le miraba como a un bicho raro, pues hasta ella se daba cuenta de que aquello no era normal.

Como a Pepe Toni se le dormían las piernas cuando las dejaba colgando un rato, le dio un manotazo a la gallina (que calló sobre la cabeza amputada de Damian Pérez) y bajó del tejado, encaminando sus pasos hacia el carro mato, aparcado previamente fuera del recinto urbano. 

Fue entonces cuando se encontró de frente con el Agente Champiñón y su ayudante Foxterrier, que entraban en Albarracín en coche de alta gama y pésimo color (mostaza).

"¿Qué está ocurriendo aquí, buen hombre?" le preguntó Champiñón a Pepe Toni, sin saber, claro está, a quien se lo preguntaba en realidad. "El asesino de los Domingos a vuelto a hacer de las suyas, señor. Yo me voy por donde he venido, buenas tardes", le respondió Pepe Toni.


Y se fue con viento fresco quedando al pobre pueblo de Albarracín en ruinas,patrimonio de las ratas, a su concejal de cultura sin cabeza y a la población diezmada, moribunda, descuartizada.

 (hubo 45 supervivientes. Mas tarde, frente a cámaras de televisión, uno de ellos declararía "no veía una cosa así desde la Edad Media").


El siguiente objetivo de Pepe Toni sería la capital de España, Madrid.

Al volante de su moto carro verde baló a viva voz "Beeeeeeee!!!". Se sentía mejor que nunca. 

Lo que ignoraba era que, ésta vez sí, Champiñón y Foxterrier no tardarían en darle alcance.


lunes, 24 de febrero de 2014

EL ASESINO DE LOS DOMINGOS. EL AGENTE CHAMPIÑÓN Y SU AYUDANTE FOXTERRIER.

Al día siguiente, Portugal amaneció consternada por la matanza de Lisboa. La noticia alarmó al país entero, acaparó las portadas de todos los periódicos. En la radio y en la televisión no se hablaba de otra cosa. 

 Aquel mismo Lunes, a las nueve de la mañana , el Agente Champiñón y su ayudante Foxterrier abandonaban,de muy mala gana, el apartamento que habían alquilado en primera línea de playa en la capital del Surf, Ericeida,a 50 kilómetros de Lisboa. Y es que no se iban por gusto,obedecían órdenes. Desde la comisaría central de París les encomendaron la misión de ayudar a la Policía portuguesa en el caso, aprovechando que estaban cerca, aunque fuese de vacaciones. 

El Agente Champiñón se había ganado cierta reputación después de haber capturado, años atrás, a "Henry el asqueroso", el abominable violador de ancianas que sembró el terror en residencias y geriátricos de Francia.La labor de su ayudante Foxterrier, compañero inseparable, fue decisiva: Disfrazándose de anciana - decrépita, como le gustaban a Henry- y colocándose estratégicamente apoyado en la baranda de uno de los puentes sobre el Sena , lograron atraer al enfermo sexual, tentar su depravada calentura y picar el anzuelo (aunque mas que picar, mojó. En el momento de la violación, Champiñón, que debía estar al acecho y dispuesto a entrar en acción en cualquier momento, andaba distraído tras la ingesta de hachís ,vía porrete, y redujo a Henry ya después de haber consumado el acto aberrante, para desgracia y desgarre anal de Foxterrier). En cualquier caso, como digo, la captura de "Henry el asqueroso" le dio fama y prestigio. 

A las 9,45 de la mañana de aquel Lunes, el Agente y su ayudante eran recibidos con gravedad a la entrada del gabinete central de la Gendarmería Portuguesa (en Lisboa) por el inspector jefe de la policía que a continuación les relataría los acontecimientos acaecidos el día anterior (Domingo) en aquel sangriento tranvía.


Mientras tanto, nuestro peligroso amigo Pepe Toni se alejaba de la capital portuguesa conduciendo un flamante moto carro verde recién robado. Atravesó el país entero sin descanso, conduciendo por carreteras comarcales y caminos vecinales.


 En sus años de lazarillo con Bartolo, el payaso gerente del tren de los escobazos, no sólo aprendió a  dar garrotazos y a disfrutar del dolor ajeno, sino también a conducir (cosa que hacía con frecuencia para que el feriante  pudiese dormir la mona a gusto en los viajes de pueblo en pueblo) y a saber orientarse por éste tipo de carreteras.

Llegó a España sin problema, parando únicamente para pastar en algún monte ( seguía alimentándose de hierba fresca) y repostar gasolina, que pagaba con sus ahorros como limpiabotas.

En el gabinete central de la gendarmería portuguesa, el Agente Champiñón y su ayudante Foxterrier perdían la paciencia con la parsimonia y la saudade que caracterizaban el gesto, el ritmo y las explicaciones de las autoridades Lusas. Tras varias horas de confusa charla , en torno a la matanza de Lisboa, a base de susurros y muecas lastimeras por parte del inspector jefe de policía Lisboeta, Champiñón atajó el asunto diciendo "al grano, señor Pereira - que así se llamaba el inspector - enséñenos el retrato robot del asesino y le daremos caza lo antes posible". 

A lo cual, el inspector Pereira contestó con un "ahora mismo" que tardó en concretarse cuatro vueltas de aguja de reloj, para desesperación del agente y su ayudante que se amargaban pensando en el lindo tiempo perdido, pudiendo estar en esos momentos tomando el sol en la playa de Ericeida.

Para cuando el retrato robot de Pepe Toni estuvo listo, ya estaba éste en la provincia de Teruel,España.  Tras largas horas de conducción temeraria a lomos de su verde moto carro, hizo un alto en el camino para descansar. Camufló el vehículo entre unos arbustos y subió a unas peñas en busca de refugio. 

Lo encontró accidentalmente, cayendo en una cueva que se hallaba oculta tras unas zarzas.  Ya en el interior, aturdido por la caída y los golpes,y con signos de agotamiento, cerró los ojos y durmió a pierna suelta.

Al despertar, oyó voces que procedían del túnel oscuro por donde se prolongaba la cueva. Las voces se acercaban a él, pronto distinguió el foco de luz de varias linternas, quiso escalar y salir de aquel agujero, pero no lo consiguió y fue atrapado, maniatado y amordazado por tres hombres de unos treinta y pico años, cabeza ancha, pelo de punta en la coronilla,coletilla por el cuello y pendiente de aro en la oreja izquierda.

Lo condujeron a un habitáculo, dentro de la cueva. Entre ellos hablaban en euskera, se trataba nada mas y nada menos que de un comando Etarra, resultando ser aquel lugar un auténtico zulo.


Viendo el retrato robot del presunto asesino del tranvía, el agente Champiñón se llevó las manos a la cabeza como diciendo "trágame tierra". Y es que el dibujo en cuestión ilustraba a una persona con el cuello tan inclinado hacia abajo que sólo se veía un sombrero de paja. "Ques que se?" preguntó en francés, aunque no lo era realmente, "ésto es el dibujo de un sombrero...¿acaso un sombrero de paja fue el causante de la muerte de 12 + una personas?", preguntó colérico y supersticioso.  "No hemos encontrado a nadie que le viese la cara, siempre andaba mirando al suelo" dijo pausadamente Pereira. "¿ y Qué hay de las huellas dactilares?" quiso saber Champiñón. "el sujeto no ha dejado ninguna huella, sólo restos de tierra" dijo Pereira encogiéndose de hombros. "¿restos de tierra?" repitió asombrado el agente.

Y es que ellos no lo sabían, pero a Pepe Toni, de tanto andar a cuatro patas con las ovejas salvajes en el pasado, se le fueron recubriendo las huellas dactilares de pegotes de tierra, incrustándose en su piel y formando una capa dura y terrosa sobre sus yemas.


Paralelamente,los Terroristas interrogaban a Pepe Toni, en castellano, preguntándole quién era y qué buscaba por allí. Pepe Toni, muy nervioso, se puso a balar "beeeeeee" y a balar "beeeeee". Los tres etarras, Iñaki, Aitor y Zaratustra, se miraban entre sí sin saber qué hacer ni qué pensar al respecto, con lo que, como ya pronto se haría de de noche y querían jugar unas partiditas al parchís antes de acostarse, decidieron- en euskera- posponer tal decisión para la mañana siguiente. Así pues, ataron a Pepe Toni a una silla y se fueron a sus camastros a soñar con goma 2, por ejemplo.

Estando sólo Pepe Toni pensó " ésta es la mía" y se comió el trapo que lo amordazaba, deshizo el nudo que ataban sus brazos con sus manos pezuñosas y se liberó de la silla. Buscando la salida, a tientas, pues estaba todo oscuro, se topó con un cuarto lleno de cajas. Por joder a sus tres secuestradores, se llevó todas las que pudo utilizando una carretilla y, aunque no le fue fácil, encontró una salida practicable y sin moros (ni etarras) en la costa.  

En la oscuridad de la noche recurrió a su olfato ovejero y así encontró el moto carro, donde cargó las cajas y salió pitando, sin mirar atrás. 

( Eran las 4 de la madrugada: Iñaki soñaba que derrumbaba un roble a cabezazos, Aitor que se bebía 25 litros de cerveza de un trago y Zaratustra que estaba en una fiesta donde todos bebían cócteles molotov).

A esa misma hora, cuando Champiñón y Foxterrier dormían en  un Hotel de Lisboa -soñando con grandes olas y cuartos oscuros- recibieron una llamada telefónica del inspector jefe. Había sido denunciado el robo de un moto carro y éste hecho delictivo asociado a un personaje extraño con sombrero de paja. De mal humor, nuevamente, se levantaron de la cama maldiciendo al puñetero Pereira y se pusieron en acción siguiendo el rastro del dichoso moto carro de los huevos. 


Amaneciendo ya el día siguiente, Pepe Toni entraba en el noble pueblo de Albarracín, patrimonio nacional por la belleza e importancia de sus monumentos históricos. En su carromato llevaba 70 kilos de amonal y explosivos varios. No tardaría mucho tiempo en darse cuenta y mucho menos en utilizar semejante material para poner patas arriba Albarracín y provocar una nueva atrocidad sin sentido, ésta vez de catastróficas dimensiones.

De la cual, por supuesto, daremos cuenta en el siguiente capítulo,no exento de peligro y emoción pues Champiñón y Foxterrier  pisarán los talones de Pepe Toni, literalmente.


Corto y cambio.





domingo, 16 de febrero de 2014

EL ASESINO DE LOS DOMINGOS. MATANZA EN LISBOA.

Los padres de Pepe Toni fueron grandes admiradores de las películas de Tarzán. Aunque el calificativo de "admiradores" , a decir verdad, se queda corto. Tenían tal fijación por el rey de la selva y el mundo salvaje que le rodeaba, que cuando ella, la madre, quedó embarazada del futuro P.T. (Pepe Toni) desearon desde el primer momento que fuese una niña; pero no una niña cualquiera,tenía que ser una niña peluda a la que llamar Chita, como la mona amiga de la familia real de la selva.

Durante los nueve meses de gestación, soñaron con Chita, y en torno a ella forjaron un sueño : irse a vivir al Amazonas los tres juntos,construir una casa en la copa de un árbol, a una distancia prudencial de los Jíbaros proponía la madre, con el fin de no acabar con sus cabezas reducidas , y allí colgarse de las lianas, gritar "AAAAAAA" con el soniquete característico de su ídolo, el Gran Tarzán, andar en taparrabos y nadar libremente sobre los caudalosos ríos sin temor a los cocodrilos, a los que "engañarían fácilmente ya se les ocurriría cómo" , palabras textuales del padre, que lo dejaba todo a la improvisación confiando siempre en que mañana sería mas listo que hoy (por supuesto ese mañana... nunca llegaría).

En resumidas cuentas, esperaban con ansiedad y obsesión  el alumbramiento de la niña peluda, que sólo existió en sus delirantes pensamientos, para irse al soñado paraíso.

Tanto fue así que al nacer nuestro protagonista, varón y de pelo mas bien castaño claro tirando a rubio sobre todo en verano, se llevaron una decepción mayúscula que les provocó una depresión profunda que les hizo abandonarlo, a la postre y tras cinco años de patética crianza , en aquel bosque, para que fuese criado en un entorno natural y desaparecer así de la vista de sus progenitores.

El por qué le llamaron Pepe Toni, es decir, Jose Luis, no lo se. Tal vez ella, la madre, dijo sin ilusión alguna "le pondremos Jose " y él, el padre, vagamente replicase como por inercia "¿y por qué no Luis?", con lo que unieron criterios sin darle mas vueltas a un asunto que poco les importaba ( una vez descartado el nombre de Chita) y le pusieron dicho nombre. Digo yo.


Pero volvamos ahora al punto donde dejamos ésta historia. 

Tras ser criado por una manada de ovejas salvajes en el bosque y convertirse después en el lazarillo de Bartolo, payaso y gerente del tren de los escobazos, Pepe Toni descubre el placer del asesinato sin premeditación. 

Comete su primer crimen a la edad de 15 años, etapa evolutiva cuando menos delicada, y a partir de entonces, si su vida ya estaba algo torcida, termina por retorcerse del todo, como un tronco raro que quiere vivir buscando la luz, esquivando un montón de rocas, que no le dejan.



Tras aquel primer asesinato, decide independizarse de Bartolo y empieza su andadura en solitario. 

Pepe Toni se aleja del pueblo donde lo dejamos en el anterior relato caminando por la carretera sin mas bulto que la ropa que lleva puesta: unos zapatos viejos,unos calcetines negros (de suciedad), un pantalón corto de pana marrón, camisa y jersey gris y sombrero de paja. Viéndolo alejarse al atardecer por la desierta carretera,entre olivos y encinas, se diría que cobró vida un espantapájaros .


Dos meses mas tarde trabaja de Limpiabotas en Lisboa, la capital portuguesa. El cómo llegó allí ya lo contaremos en otra ocasión, aunque no prometo nada.(de todas formas...¿qué mas da?).

Hacía un Domingo soleado, estaba en lo alto del Castillo del barrio de Alfama, había comido hierba fresca y buena,tenía trabajo, ganaba dinero (estampitas, como él mismo decía,refiriéndose a los billetes) y estaba contento, muy contento. ¿Por qué no celebrarlo?.

Pepe Toni se animó.

Y no encontró mejor forma de expresarlo que matando a todos los pasajeros de un tranvía, al que se subió con un adoquín en la mano del tamaño de un coco. Uno a uno, estando el tranvía ya en marcha, les fue machacando la cabeza a base de golpetazos mientras gritaba con júbilo "Beeeeeee" en ovina y alborotada batalla. Encontró resistencia, pero era fuerte como un roble y nadie allí se libró de la muerte por impacto brutal del pedrolo en sus cabezas. A 12 personas se cargó el jovencito Jose Luis, sin contar al conductor, que se llamaba curiosamente, Angel Nieto.


Una vez cometida tal barbarie, escondió el arma del delito introduciéndola en el cuerpo de una de las víctimas vía anal, para no dejar pistas. Después se bajó del tranvía antes de que éste se empotrase contra un café- donde había cuatro gatos y una chica melancólica bebiendo sin ganas una cerveza disipada- y se alejó del lugar cantando una vieja canción titulada "Viva la gente".

Se sentía pletórico. Pletóricamente perverso, perversamente feliz.


La autoridades Lusas dieron la voz de alarma.

Comenzó entonces la gran persecución policial.

Pepe Toni , que sería conocido mas tarde como "el asesino de los Domingos", se convirtió muy pronto en el enemigo público número uno.


En la próxima entrega daremos cuenta de cómo llegó nuestro singular personaje a ocupar tal puesto, a la cabeza del ranking criminal de los últimos tiempos.


Buenas tardes.








domingo, 9 de febrero de 2014

EL ASESINO DE LOS DOMINGOS. PRESENTACIÓN.

A la edad de cinco años sus padres le abandonaron en mitad de un bosque. Ecologistas radicales, creían ciegamente en la madre naturaleza y en su poder, no sólo curativo, sino también educativo. "Entre árboles y animales se criará mejor que con nosotros, que estamos corrompidos por la globalización  y el dióxido de carbono" pensaron. Así pues, el pequeño Jose Luis -Pepe Toni para sus amigos silvestres- quedó a merced de las alimañas . 

 Tuvo suerte, una manada de ovejas salvajes se apiadó de él y lo criaron , no entre algodones pero si entre lanas y baladas. Se convirtió en un niño herbívoro, cagón , rumiante y silencioso. 


Tras varios años en ovina y pacífica convivencia, llegó el día en el que el único Lobo ibérico que habitaba la península pasó por aquellas tierras y, como le es propio al Canis Lupus, atacó al rebaño con el fin de echarse algo a la boca.  El pánico cundió entre las ovejas ,salvajes pero con dos dedos de frente , que salieron despavoridas monte abajo. Pepe Toni, consciente del peligro, se dijo así mismo "allá donde fueres haz lo que vieres" y corrió como un descosido, primero a cuatro patas, por no dar la nota, y ya después, viendo que el Lobo le perseguía a él , a la manera humana, utilizando sólo las piernas. Con ésto aligeró la carrera y logró quitarse al Lobo de encima, que cambió de opinión y eligió dar caza a una oveja tuerta que al correr se chocaba contra los  castaños.

Tanto corrió Pepe Toni que cuando quiso darse cuenta había perdido de vista a su familia adoptiva, sintiéndose desamparado,perdido y agotado. 

Dijo "Beeeee" a voces mil veces, ansiando una respuesta sin éxito, hasta que, ya afónico y hasta los huevos (aún pelados,pues contaba tan sólo ocho añitos), se refugió en la casa abandonada de un pequeño pueblo a oscuras, que le trajo recuerdos de su mas tierna y ecológica infancia.

Al despertar, muy temprano, con hambre, con frío y con miedo, se dio cuenta de que no estaba sólo. Al otro lado de la estancia, llena de zarrios viejos y aperos de labranza cubiertos de polvo y telarañas, roncaba tendido sobre un sofá mugriento un adulto humano vestido de colores que echaba para atrás por su fuerte olor a taberna, y es que a su lado se hallaba ,caída y vacía, una garrafa de vino peleón. Él niño entonces aún no sabía que era aquello, pero os lo cuento yo, que sí que lo sé, por eso hablo, sino me callaría.

Pepe Toni, en su inocencia, le dijo "Beeee" y el gandul  , sobresaltado,se incorporó de un salto en el sofá, que acabó por derrumbarse, quedando el susodicho en postura deshonesta, con la cabeza en el suelo y las piernas abiertas y en el aire. Estando así, observó con cara de extrañeza a Pepe Toni, que cubría su cuerpecito con lanas de oveja vieja,  y soltó un "me cago en la leche!!" en toda regla. Pepe Toni al oír éstas palabras, las primeras en tres años, se echó a llorar de emoción y corrió a abrazar al humano adulto, que no cabía en su asombro. Tras deshacerse de aquel inesperado abrazo e incorporarse, le preguntó a Pepe Toni quién era y qué hacía vestido de aquella manera. El pequeño Pepe Toni le contó a trompicones, salpicados de "Beeees" sin venir a cuento, los avatares de su corta y montaraz vida . Bartolo, que así se llamaba el adulto, creyendo haberse encontrado con un niño anormal en grado sumo, pero conmovido por la historia, decidió acogerlo en su seno, que no era otro que el tren de los escobazos, pues él mismo ejercía como payaso y gerente de tal atracción feriante . Clásica y decadente donde las halla.


Tras un buen desayuno, compuesto de café con tostadas para Bartolo y de hierba fresca para Pepe Toni, comenzó una nueva etapa en la vida del Chaval.

Aprendió el oficio de los escobazos fácilmente, pues le gustó desde un principio el arte de dar cachiporrazos a diestro y siniestro, y así, con el cariño y la compañía paternal del payaso borracho y la "estabilidad" del negocio , empezó a conocer mundo y a dejar de decir constantemente "Beeee", expresión ovina que poco a poco se convirtió tan sólo en una coletilla.


Pepe Toni había vuelto a la civilización.  Sin embargo, no llegó a domesticarse del todo. No se puede decir que fuese odio exactamente, tal vez ...no sé, un espíritu depredador fue el que le empujó a cometer aquellas barbaridades dominicales, que en adelante relataré. Una anomalía en su compleja y asimétrica estructura mental. Un...váyanse ustedes a saber.


A la edad de quince años, cuando ya era un maestro del escobazo, le dio por agredir extra- laboralmente a personas, sin motivo aparente.

Fue una tarde de invierno en un pueblo castellano que llovía a chaparrones, un Domingo en el que habían desmontado la atracción y Bartolo abrevaba en el único bar del lugar, cuando se le ocurrió subirse al campanario de la iglesia y desde allí lanzar una teja sobre la cabeza del primer paisano que pasara.

Pasó en mala hora un tal Nicasio, que en paz descanse, y lo descalabró. Así de simple.

Se armó gran revuelo en el pueblo, pero su acción homicida pasó desapercibida. Tenía tal cara de oveja que nadie podía pensar que un chico así pudiese haber hecho aquello. 

De hecho "aquello" fue atribuido al mal estado de la techumbre de la iglesia, con lo que acusaron al cura, que no era muy querido en el pueblo por ser guapo y tener  a las mujeres encantadas de la vida, religiosamente hablando.


A partir de aquel asesinato en primer grado, vinieron mas, muchos mas. Y todos cometidos en Domingo.

Corrían los años 90. 

Había nacido un asesino en serie.  

Los agentes de la ley empezaron a ir tras la pista, pero no había pistas, con lo que se  puede decir mas bien que buscaban            a tientas y a locas. Pepe Toni actuaba sin método, sin sentido,con mas suerte que inteligencia, movido por un instinto que ni él mismo comprendía, cometiendo crímenes de lo mas insospechados,ilógicos y definitivamente idiotas. Con el único hilo conductor de ser perpetrados en Domingo. Ya ven ustedes.

Un asesino en serie de capítulos criminales sin argumento.

Un caso difícil, que despistaba al mas experto de los criminalistas.

 Simplemente,creen los psiquiatras "le apetecía tener la rutina de cargarse a alguien los Domingos, porque se aburría o porque quiso llevar al extremo la violencia del payaso de los escobazos, tal vez.Sea cual fuere su motivación, estamos ante una mente, mas que atormentada,caprichosa , deforme y atontolinada".

 Como he dicho antes y ahora vuelvo a repetir: váyanse ustedes a saber.


Nació así, como he contado "EL ASESINO DE LOS DOMINGOS" que hoy día permanece recluido en una cárcel de máxima seguridad,tras ser atrapado en Abril del 2001, donde vive mas ancho que pancho viéndolas venir mientras estudia veterinaria a distancia y duerme a pierna suelta por las noches, y gran parte del día.

En el próximo relato les contaremos (hablo en plural por mera formalidad) una de sus mas famosas y mezquinas hazañas criminales.


Dicho queda. 


Buenas tardes.