Los otros.

viernes, 12 de abril de 2013

Tarde de Locos.

La puerta se abrió sin que nadie dijese diga ni si ni quién.

Subí al segundo por las escaleras tranquilamente y allí me estaba esperando,tras la puerta, con una sonrisa amable.Pasa,pasa,me dijo, y pasé. 

Me enseñó la casa directamente como si estuviese interesado en comprarla o alquilarla,el salón, la cocina,su habitación,el cuarto de baño, el balcón,su estudio...un olor a rancio casi sólido habitaba en el aire pantanoso y penetraba en mis fosas nasales creando un retrogusto a zapato viejo y a calcetín usado;Juan Manuel no debía saber cómo se ponen las lavadoras ni cómo se abren las ventanas;yo miraba como atento, simulando interés, poniendo un poco de mi parte. 

Había señales de tráfico por todos lados,algunas muy reconocibles,otras mas bien raritas,aquello parecía un circuito de autoescuela para niños,tenía la sensación de que en cualquier momento Juan Manuel me iba a poner una multa por no ceder el paso,saltarme un semáforo o no señalizar debidamente un giro a la derecha.

Me paró en el pasillo señalándome una gran chapa rectangular de color rosa con lunares negros en la que se podía leer "Límite 90", me preguntó qué me parecía aquello,le dije que tenía sed. Bajo el cristal redondo de la mesa camilla había una tela amarilla con el dibujo de una mujer desnuda, sobre sus enormes pechos estaba escrita la palabra STOP.

Lo comprendí todo cuando ya en el salón, sentados tomando una cerveza sin espuma, me dijo que era diseñador de señales de tráfico.Mi reacción fue un "oh!" bastante sincero y espontáneo, nunca me había planteado quién diseña éstas señales que uno ve todos los días  y a toda hora, y esa reacción mía le sirvió de excusa para hacer un alegato en pro de su dedicación artística, lamentándose del poco o nulo reconocimiento social,de la importancia de su labor y de su valor artístico y creativo,despreciado vilmente en los círculos de las bellas artes,"¿por qué no puedo exponer en un museo de arte contemporáneo mis diseños de señales de tráfico,por ejemplo?",me preguntó sin esperar respuesta "Yo te lo diré: porque los artistas plásticos nos tienen envidia,saben que lo nuestro no sólo es arte sino que además sirve para algo,tiene una utilidad práctica de cara a la sociedad y a ellos les fastidia,creen que el arte debe ser sólo un adorno y nos tienen vetados,yo he intentado hacer exposiciones en galerías mil veces y siempre me han dicho lo mismo,que exponga en la A66 o en la N504,como riéndose de mí, pues bien,¿sabes lo que hice la semana pasada harto de éste apartheid que sufro como artista?" . Pestañee para mantenerme mínimamente  despierto, " expuse mis nuevos diseños en la N523,si, la que va de Cáceres a Badajoz y viceversa .Si, aprovechando la noche y mi insomnio, recorrí con una furgoneta,previamente robada,la carretera, arrancando las señales convencionales,que bajo mi punto de vista ya están desfasadas y obsoletas estéticamente hablando,y coloqué mis propios diseños,que son innovadores,mucho mas actuales y artísticos,hechos con pasión.

 ¿Sabes cual fue el resultado?". A esas alturas yo ya tenía mirada de vaca ."15 muertos por despiste al volante en apenas 4 horas".

 En ese momento se vino abajo,empezó a llorar desconsoladamente.Yo desperté de mi letargo para darle unas palmaditas en el hombro mientras me hacía consciente de que estaba ante un perturbado mental . "Voy a ir a la cárcel,soy un artista maldito,nadie,ni siquiera mis compañeros de oficio reconocen mi trabajo,yo que en los años 90 inventé la señal de rotonda para España y Portugal con tanto éxito...ahora vivo en el anonimato y próximamente en el penitenciario...allí me darán por culo literalmente,lo sé,será el fin de mi carrera...". Me compadecí de él y le dije que me gustó mucho la obra que me enseñó en el pasillo de "Límite 90",dejó de llorar por un instante y me preguntó "¿de verdad?" ésta vez sí esperó a que contestase "me parece impactante" le dije para animarle,pensando realmente si debía irme ya de allí y llamar a la policía. Menudo marrón en el que estaba metido. 

"¿comemos?", me preguntó cambiando de tema y de estado de ánimo brusca y repentinamente. Empecé a temer por mi seguridad (no vial, sino física), le dije que fuese poniendo la mesa, que yo bajaría a comprar vino para acompañar la comida.Mala suerte, ya tenía vino; bajaría entonces a por fruta, también tenía.¿Mas cerveza?,¿unos dulces para el café?,¿pan?,¿champan para celebrar el encuentro?...el goío Manuel tenía de todo,o eso decía, no hubo manera de escabullir el bulto con ese tipo de excusas.  Mientras se hacía la lasagña en el horno me llevó a su estudio y  me enseñó con entusiasmo mas obras de tráfico de las suyas : una bandera de Jamaica pintada sobre una puerta (con pomo y todo) en cuya franja central se podía leer "PRISA MATA", me decía que aquella señal era su visión personal de "prohibido adelantar",el dibujo de un masai sobre una cebra enmarcado en un triángulo era para él un aviso de paso de peatones étnico y multicultural, como los tiempos que corren,en cuanto a su versión de prohibido el paso ,se trataba ni mas ni menos que de una foto a tamaño natural,sobre chapa  color metal deslumbrante, de chiquito de la calzada diciendo "Norrrr" con cara de espanto.

"¿Qué te parece éste material?,no sólo es útil sino rompedor,atractivo,jocoso y totalmente distinto ,¿verdad?" me dijo orgulloso con mirada quijotesca.

Llegados a éste punto, me planteé tirarme por la ventana, pero no lo hice porque seguramente me costaría abrirla. Sobre los railes del marco no había solo flora sino también fauna.

Di gracias al Dios en el que no creo cuando sonó su teléfono fijo y fue corriendo a cogerlo diciéndome que sería su representante. Aproveché para salir de allí con premura y sigilo, oyéndole decir cuando ya atravesaba la puerta de salida "si,pero soy un artista,no pueden condenarme,¿cuanto me caerá?".


Bajé las escaleras saltando como un gamo y ya en el coche  sonreí ,me lancé un beso a través del retrovisor central y arranqué sin importarme demasiado la multa que adornaba el limpiaparabrisas derecho.

Pobre Manuel, pensé, está mucho peor que yo. 

Conduje de vuelta a casa fijándome en  las señales de tráfico como si de cuadros se tratasen. Hay algunas,ciertamente,que están muy bien pensadas.


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