Los otros.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

No hay bien que por mal no venga.

                    CONSULTA DE UN DOCTOR.

Entra en la consulta el Paciente. El Doctor está en su sitio, tras la mesa. El Paciente se sienta en una silla frente a él.

Doctor- Usted dirá...

Paciente- doctor...

Doctor- ajá?

paciente- doctor...

doctor-si, dígame...

paciente- doctor...

doctor- perdone,¿va a decir cada cosa por triplicado?

paciente-...es que no sé por dónde empezar

doctor- inténtelo por el principio

paciente- hace miles de millones de años, una fuerza...

doctor-por favor, remítase a los hechos presentes

paciente-está bien, se lo diré sin rodeos

doctor- eso es

paciente- allá voy

doctor- ¿a dónde?

paciente- a ningún sitio, es un decir.

doctor-ah,comprendo.Proceda entonces.

paciente- tengo un complejo

doctor- ¿cómo?

paciente- un gran complejo,doctor

doctor-pero...

paciente- un complejo deportivo

doctor-¿qué?

paciente- en mi cabeza

doctor- eh...

paciente- si, como lo oye, tengo un complejo deportivo, estoy totalmente acomplejado. A veces siento cómo mis pensamientos corren los 100 metros vallas alrededor de mi cabeza como si se tratasen de atletas. Cuando salgo a la calle y estoy con alguien tomando un café,por ejemplo,en lugar de hablar o prestarle atención, hago natación sincronizada con los ojos en la piscina imaginaria de mi cerebelo.Ésto ruboriza,ofende ,cabrea o desconcierta a mi interlocutor, que al instante me deja solo. Más de una vez me han echado el café ardiendo en toda la geta.

El complejo deportivo me está trayendo problemas sociales,doctor, no sé cómo comportarme con la gente.Ahora mismo, se lo confieso, juego interiormente la final de tenis de Roland Garros. Nooooo!

doctor- abra la boca y diga "a"

paciente- ¿Cómo que abra la boca y diga "a"?,¿es usted gilipollas?

doctor- no,soy Dentista.

paciente-eh?

doctor- se ha equivocado usted de especialista, a mí su complejo deportivo  me importa una mierda. Abra la boca y diga "a".

paciente-la dentadura la tengo bien, gracias. Me voy entonces, ¿no tendrá una jabalina por ahí suelta,verdad?

doctor- pues no,las he usado todas de palillo y no me queda ninguna

paciente- lástima, me hubiese gustado irme de aquí haciendo un salto de altura.

doctor- haga un salto de longitud, me encantará verlo.

paciente- ¿le importa si lo hago?

doctor- claro que no, será curioso . Espere que le abro la puerta de la consulta y la ventana del pasillo.

paciente- ¿a dónde va a  parar esa ventana?

doctor- esa ventana suele estar siempre ahí,pero comunica con la calle. Si usted llega con su salto a trapasar la ventana caerá  en el mismísimo portal del edificio donde ahora nos encontramos. 

Paciente- estamos en un quinto piso,no?

doctor- aproximadamente. Con lo cual, su salto será de longitud y de altura, un salto en dos dimensiones: hacia delante hasta la ventana y para abajo hasta el portal . UN GRAN SALTO. No se hable mas, salte.

paciente-¿se cree usted acaso que soy tonto?,pues claro que sé qué clase de salto voy a encarar. Allá voy

doctor- ¿es un decir?

paciente- no, esta vez es un hecho.


El paciente llegó a saltar 2 metros de longitud,pero no logró traspasar la ventana, se estampó contra ella destrozándose todo lo que viene a ser la boca. 

El Doctor, ahora  sí, pudo atenderle y reformarle los piños uno a uno a lo largo de una serie de complicadas operaciones.

Aquello fue el principio de una gran amistad.

El complejo deportivo del paciente no desapareció, ni falta que hizo.El Doctor le regaló un pódium e hizo feliz a su amigo, que cada mañana, antes de salir a la calle, se subía al primer,segundo o tercer puesto.

 Nada le hacía sentirse mejor.


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