Los otros.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Un día Singular.

9:00 de la mañana. Bajo a comprar churros.Los compro. Llamo al ascensor.Mientras llega, meto la nariz en la bolsa calentita de churros recién hechos.Llega el ascensor. Abro la puerta y me encuentro a un tipo haciendo tai chí vestido con un mono oriental negro. Interrumpe sus movimientos para darme la mano y decirme su nombre "Manuel López",yo, que aún estoy medio dormido, le digo "que bien huelen"."¿perdón?"me  dice él extrañado."Nada,me refería a los churros" le explico.Entro en el ascensor con él, le pregunto a qué piso va. Me cuenta que no va a ninguna parte, que sólo le importa "el aquí y el ahora". Le escucho mientras me como un churro y me despido de él dejándole la mano aceitosa.

9:30. Después de haber desayunado. Bajo de nuevo, ésta vez utilizando las escaleras, a tirar el vidrio.  Al soltar la primera botella en el interior del contenedor, el grito de una persona hace que me eche para atrás del susto. Escucho una voz que dice "Joputa" y me asomo curioso por el orificio donde se introducen los envases. Veo a un tío rascándose la coronilla con fastidio,vestido con traje de chaqueta verde,camisa verde y corbata verde.Me mira y me pregunta "¿es usted el que me acaba de lanzar una botella a la cabeza?".Le digo que sí. "pues la próxima vez avise antes de hacerlo,por favor, menudo golpe que me ha dado". Le digo que no esperaba que hubiese alguien ahí dentro. Me pide que acerque la oreja y me confiesa en voz baja que es un Agente Secreto en misión especial. Después,me invita a retireme para no despertar sospechas en los transeúntes y no ser descubierto. Antes de irme, me pide 5 euros.Le doy lo que tengo en el bolsillo, que es un caramelo de menta y una pelota de pin pon, me llama rata de mierda y le arrojo una por una las otras 5 botellas que traía en la bolsa. Esquiva 2, le impactan 3 y me voy silbando,para disimular.

10:00.Me pongo el chaleco salvavidas reflectante,el casco reglamentario y cojo mi pequeña piragua roja y mi querido "Rómulo",el Remo . Para bajar, abro el ascensor y compruebo que aún sigue dentro Manuel Lopez practicando Tai chí. Al verme, me dice algo que empieza por " lo material es perecedero, es el espíritu el que hay que cul..." y le dejo con la palabra en la boca dándole con la puerta en las narices.Bajo de nuevo usando las escaleras.En el portal,una vecina me aclara -previa petición mía- quién es Manuel Lopez.Por lo visto se trata del nuevo vecino del 5 Derecha,trabaja en un Banco.El pobre, con el tai chí debe sentirse menos rastrero. Voy al río. El contenedor de vidrio me cae de paso y veo cómo una mujer deja caer en su interior varias botellas.Oigo los chillidos de dolor del Agente secreto, que se caga en la puta (imaginaria) y saca sus manos por el agujerito redondo para intentar estrangular a la mujer.Dejo la piragua en el suelo e intento propinar unos duros  golpes a las manos del Agente para que suelte a la mujer, pero me falla la puntería y le doy a ella en la cabeza. No tengo tiempo para pedirle perdón al ser la situación de vida o muerte.Le muerdo las manos al Agente, que suelta por fin a la señora. La señora, en un acto de doble moral, me da una hostia en la cara mientras me dice gracias. Después llega un  coche de policía local. Cojo la piragua y el Remo y me voy de allí pasando,curiosamente, desapercibido entre el gentío que se agolpa alrededor del contenedor.

10:40. Me meto en el río con la piragua.Por fin llega la calma a mi organismo. El corazón palpita a un ritmo más lento y disfruto del apacible rumor de las aguas.  Sin embargo, la serenidad del momento es interrumpida de golpe y porrazo por alguien que cae sobre la piragua al navegar bajo el puente. El leñazo es descomunal. La piragua se parte en dos,el Remo en cuatro y yo casi me ahogo. Me salvan dos patos que por allí pasaban;agarrado a sus patas me llevan a la orilla. Desde allí veo el cuerpo aparentemente sin vida del que se tiró del puente y cayó sobre mí, agarrado a un trozo de piragua.Me tiro al agua en su busca, lo capturo. Pesa como un cachalote,pero logro arrastrarlo a la orilla conmigo; ésta vez sin ayuda de los patos, que huyen de mí como diciendo "quita,quita". En la orilla le doy unas palmaditas en la cara para que reaccione, no reacciona y le doy un puñetazo, sin ira,pero con ganas. El tío despierta. "Estoy vivo" dice, y se pone a llorar. "Tú estás vivo pero casi me matas a mí. Antes de tirarte del puente has podido mirar a ver si pasaba alguien debajo,hombre" le reprocho. "ay,Tengo algo roto" me dice. ¿Algo?, le miro y yo creo que debe tener unos 55 huesos fracturados. Por suerte,me encuentro una carretilla o carrucha de éstas que suelen haber en las obras para cargar el cemento y esas cosas y meto al "caído del cielo" en ella.  Al trote, continuamente acelerado, me dirijo a la consulta de urgencias del centro de salud más cercano.

14,30 del mediodía. llegamos a Urgencias. La sala de espera está vacía,pero el chico que está ahí para recibir a los pacientes nos dice que el doctor está tomándose un café, que vuelve enseguida. Me siento a esperar.Manolo, que así se llama el que se tiró del puente y cayó sobre mí, me dice que le duele todo el cuerpo.Sin saber qué decir, suelto un "no haberte tirado,imbécil". Se ríe. Al reírse le sale una rana por la boca. Entonces me río yo. 

15:00. Pregunto por el Doctor, ha pasado ya media hora desde que llegamos, no nos atienden y el caso es de Urgencia. "Si", me dice el chico de la recepción "Ahora baja el Doctor Marcelino, es que le han servido un café muy caliente y claro...". Sin que se de cuenta, le meto en el bolsillo de la bata, la rana que salió de la boca de Manolo.

15:15 llega el doctor. Cojo la carretilla o carrucha y entro en la consulta llevando a Manolo que, evidentemente, está hecho lo que se dice un cristo, presentando un cuadro clínicamente preocupante. No obstante, el Doctor Marcelino,pregunta qué ha ocurrido. Se lo contamos. "¿Qué le duele?"pregunta, "todo" dice Manolo"."especifique" le pide el Doctor", "¿Es usted  Idiota profundo?,¿no ve que Manolo está roto entero?" interrumpo. Está bien, habrá que llevarlo a quirófano ahora mismo. Me despido de Manolo deseándole suerte y prometiéndole que iría a verle al día siguiente. No le dí un abrazo porque acabaría de troncharle algún cartílago,pero mi mirada,como la suya a pesar de lo suyo, fue afectuosa. El Doctor ya se pondría en contacto con sus familiares.

16:20. Esquivando cualquier encuentro con otra persona,llego a casa hecho un mamarracho. Me pego una ducha, hago un bocadillo con todo lo que encuentro en la nevera.Lo devoro y enciendo la tele . Me obligo a sentarme y verla . Ahí sentadito no puede sucederme nada más. 

20:10.Llega el sueño y me voy con él.

Duermo profundamente hasta la mañana siguiente.

 

 


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